On the shores of the Cantabrian Sea, Gijón shows us an attractive combination of sailor flavour, monumental heritage and a modern urbanism on the edge of the beach. Its marina tells us about a history strongly linked to the sea. It has been a finalist of the European Commission’s EDEN (European Destinations of Excellence) programme, in recognition of its sustainable tourism proposal.

Important constructions have their origin in the past of the city as a Roman settlement, in its development from the sixteenth century when the Catholic Monarchs decided to install here a port and in the impulse given to these lands in times of the Enlightenment, mainly thanks to Gaspar Melchor de Jovellanos.

The old town of Gijón is formed by the hill of Santa Catalina and the district of fishing origin of Cimadevilla. On this hill were settled its first settlers and has been the place chosen to place the “Elogio del Horizonte”, monumental work of the Basque sculptor Eduardo Chillida. From this point we have one of the best views of the Cantabrian Sea, the Costa Verde and Cimadevilla. In these streets, between the beach of San Lorenzo and the marina, there are Roman remains, palatial mansions and old fishermen’s houses.

Cimadevilla

El casco viejo de Gijón está formado por el cerro de Santa Catalina y el barrio de origen pesquero de Cimadevilla. En este cerro se asentaron sus primeros pobladores y ha sido el lugar elegido para emplazar el “Elogio del Horizonte”, monumental obra del escultor vasco Eduardo Chillida. Desde este punto tenemos una de las mejores vistas del mar Cantábrico, la Costa Verde y Cimadevilla. En estas calles, entre la playa de San Lorenzo y el muelle deportivo, se dan cita restos romanos, casonas palaciegas y antiguas viviendas de pescadores.En la Plaza Mayor podemos admirar la construcción del Ayuntamiento (s. XIX), mientras que en la de Jovellanos encontramos el Museo de Gijón Casa Natal de Jovellanos, político y escritor ilustrado nacido en esta ciudad. Este edificio, del siglo XVI, contiene recuerdos y obras pictóricas y escultóricas de varios artistas. Anexa a este edificio está la capilla de los Remedios, donde se encuentra su sepulcro.En la plaza del Marqués, mirando al puerto deportivo, se alzan el Palacio de Revillagigedo y la Colegiata de San Juan Bautista, dedicadas en la actualidad a exposiciones de arte moderno. Versado sobre pintura y escultura contemporánea está el Museo Barloja, situado en la calle de La Trinidad.En el entorno del llamado Campo Valdés se sitúan el palacio Valdés, construcción del siglo XVI que fue en tiempos Fábrica de Tabacos, la iglesia de San Pedro y las termas romanas. La presencia romana de la IV Legión Macedónica en la ciudad se hace patente en este hipocausto, salas donde se producía aire caliente para las termas, datado en los primeros siglos de nuestra era, y en los restos encontrados de las antiguas murallas. Todo ello con vista a la ensenada de Gijón y a la extensa playa de San Lorenzo. La ciudad moderna nos depara una trazado racionalista de abundantes plazas y zonas verdes como los Jardines del Náutico, de Begoña o de la Reina. Merece la pena recorrer los comercios de la calle Corrida, los antiguos cafés y sidrerías del Paseo Begoña o internarnos por la calle Uría y Menéndez Valdés hasta llegar al Teatro Jovellanos.

Río Piles

En el otro extremo de la playa de San Lorenzo desemboca el río Piles, delimitando con su cauce el Parque Inglés y el Parque de Isabel la Católica. En este privilegiado entorno, ocupando un molino centenario, se encuentra el Parador de Turismo de Gijón. Rodeado de jardines y estanques, su restaurante nos ofrece la posibilidad de degustar la gastronomía gijonesa. Además de fabada, el plato estrella; caldereta de marisco, pote asturiano o merluza con cocochas son algunas de las sugerencias del chef. Y, para acompañar, algo de sidra (bebida alcohólica de baja graduación elaborada con zumo de manzana, que en Asturias se encuentra sin gasificar). El arroz con leche, los frixuelos (fina torta de tradición medieval rellena) y los casadielles (hojaldres típicos de Carnaval) nos indican la profunda tradición repostera de la región.Al otro lado del Piles se abre el recinto ferial, donde las visitas inexcusables son el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, el Museo del Hórreo (construcción asturiana para guardar grano) y el Museo Internacional de la Gaita, donde podemos conocer algo más de este típico instrumento asturiano.Más allá comienza el barrio residencial de Somió, una de las primeras “ciudad-jardín” que se construyeron en España. Una de estas casas rodeada de jardines da cobijo a la Fundación Evaristo Valle, dedicada al pintor y a su obra. Un poco más alejada del centro de ciudad se puede visitar la Universidad Laboral, complejo arquitectónico de granito y mármol, obra de Moya Blanco.Un interesante lugar para conocer la historia industrial asturiana, es el Museo del Ferrocarril, cerca del puerto deportivo, desde donde podemos acercarnos al parque arqueológico de la Campa de Torres. Aquí está el puerto industrial del Gijón, el Musel.La situación de Gijón, en plena Costa Verde y a medio camino entre el Occidente y el Oriente asturiano, es un punto de partida perfecto para recorrer tanto su litoral como el interior. La costa oriental nos invita a recorrer sus extensas playas de la mano de localidades históricas como Ribadesella y Llanes, y pueblos pesqueros como Lastres o Tazones. Todo ello acompañado de yacimientos prehistóricos como las cuevas de Tito Bustillo o muestras de arquitectura indiana (característica de los asturianos que volvieron enriquecidos tras hacer las Américas) como las que podemos observar en Colombres.Su interior nos muestra la otra vertiente de su riqueza natural, la montaña. El Parque Nacional de Picos de Europa se encuentra en este sector, donde lagos, bosques y picos (que superan los 2.000 metros de altura) sirven de marco a numerosas aldeas. Cangas de Onís, primera capital del Reino de Asturias, y el Parque Natural de Redes son algunos de los atractivos del Oriente.La capital de Asturias, Oviedo, nos marca el límite con la zona oeste. Esta ciudad nos ofrece un rico patrimonio monumental en el que destacan su Catedral, la Universidad y varias iglesias prerrománicas, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El litoral occidental nos conduce a tierra gallegas pasando por puertos pesqueros como Cudillero, localidades playeras como Luarca y asentamientos protohistóricos como los castros de Coaña. Su interior nos reserva villas monumentales como Pravia, Salas o Cangas de Narcea; además de parajes como el Parque Natural de Somiedo y comarcas casi vírgenes como Los Oscos.

Cimadevilla

El casco viejo de Gijón está formado por el cerro de Santa Catalina y el barrio de origen pesquero de Cimadevilla. En este cerro se asentaron sus primeros pobladores y ha sido el lugar elegido para emplazar el “Elogio del Horizonte”, monumental obra del escultor vasco Eduardo Chillida. Desde este punto tenemos una de las mejores vistas del mar Cantábrico, la Costa Verde y Cimadevilla. En estas calles, entre la playa de San Lorenzo y el muelle deportivo, se dan cita restos romanos, casonas palaciegas y antiguas viviendas de pescadores.En la Plaza Mayor podemos admirar la construcción del Ayuntamiento (s. XIX), mientras que en la de Jovellanos encontramos el Museo de Gijón Casa Natal de Jovellanos, político y escritor ilustrado nacido en esta ciudad. Este edificio, del siglo XVI, contiene recuerdos y obras pictóricas y escultóricas de varios artistas. Anexa a este edificio está la capilla de los Remedios, donde se encuentra su sepulcro.En la plaza del Marqués, mirando al puerto deportivo, se alzan el Palacio de Revillagigedo y la Colegiata de San Juan Bautista, dedicadas en la actualidad a exposiciones de arte moderno. Versado sobre pintura y escultura contemporánea está el Museo Barloja, situado en la calle de La Trinidad.En el entorno del llamado Campo Valdés se sitúan el palacio Valdés, construcción del siglo XVI que fue en tiempos Fábrica de Tabacos, la iglesia de San Pedro y las termas romanas. La presencia romana de la IV Legión Macedónica en la ciudad se hace patente en este hipocausto, salas donde se producía aire caliente para las termas, datado en los primeros siglos de nuestra era, y en los restos encontrados de las antiguas murallas. Todo ello con vista a la ensenada de Gijón y a la extensa playa de San Lorenzo.La ciudad moderna nos depara una trazado racionalista de abundantes plazas y zonas verdes como los Jardines del Náutico, de Begoña o de la Reina. Merece la pena recorrer los comercios de la calle Corrida, los antiguos cafés y sidrerías del Paseo Begoña o internarnos por la calle Uría y Menéndez Valdés hasta llegar al Teatro Jovellanos.

Río Piles

En el otro extremo de la playa de San Lorenzo desemboca el río Piles, delimitando con su cauce el Parque Inglés y el Parque de Isabel la Católica. En este privilegiado entorno, ocupando un molino centenario, se encuentra el Parador de Turismo de Gijón. Rodeado de jardines y estanques, su restaurante nos ofrece la posibilidad de degustar la gastronomía gijonesa. Además de fabada, el plato estrella; caldereta de marisco, pote asturiano o merluza con cocochas son algunas de las sugerencias del chef. Y, para acompañar, algo de sidra (bebida alcohólica de baja graduación elaborada con zumo de manzana, que en Asturias se encuentra sin gasificar). El arroz con leche, los frixuelos (fina torta de tradición medieval rellena) y los casadielles (hojaldres típicos de Carnaval) nos indican la profunda tradición repostera de la región.Al otro lado del Piles se abre el recinto ferial, donde las visitas inexcusables son el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, el Museo del Hórreo (construcción asturiana para guardar grano) y el Museo Internacional de la Gaita, donde podemos conocer algo más de este típico instrumento asturiano.Más allá comienza el barrio residencial de Somió, una de las primeras “ciudad-jardín” que se construyeron en España. Una de estas casas rodeada de jardines da cobijo a la Fundación Evaristo Valle, dedicada al pintor y a su obra. Un poco más alejada del centro de ciudad se puede visitar la Universidad Laboral, complejo arquitectónico de granito y mármol, obra de Moya Blanco.Un interesante lugar para conocer la historia industrial asturiana, es el Museo del Ferrocarril, cerca del puerto deportivo, desde donde podemos acercarnos al parque arqueológico de la Campa de Torres. Aquí está el puerto industrial del Gijón, el Musel.La situación de Gijón, en plena Costa Verde y a medio camino entre el Occidente y el Oriente asturiano, es un punto de partida perfecto para recorrer tanto su litoral como el interior. La costa oriental nos invita a recorrer sus extensas playas de la mano de localidades históricas como Ribadesella y Llanes, y pueblos pesqueros como Lastres o Tazones. Todo ello acompañado de yacimientos prehistóricos como las cuevas de Tito Bustillo o muestras de arquitectura indiana (característica de los asturianos que volvieron enriquecidos tras hacer las Américas) como las que podemos observar en Colombres.Su interior nos muestra la otra vertiente de su riqueza natural, la montaña. El Parque Nacional de Picos de Europa se encuentra en este sector, donde lagos, bosques y picos (que superan los 2.000 metros de altura) sirven de marco a numerosas aldeas. Cangas de Onís, primera capital del Reino de Asturias, y el Parque Natural de Redes son algunos de los atractivos del Oriente.La capital de Asturias, Oviedo, nos marca el límite con la zona oeste. Esta ciudad nos ofrece un rico patrimonio monumental en el que destacan su Catedral, la Universidad y varias iglesias prerrománicas, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El litoral occidental nos conduce a tierra gallegas pasando por puertos pesqueros como Cudillero, localidades playeras como Luarca y asentamientos protohistóricos como los castros de Coaña. Su interior nos reserva villas monumentales como Pravia, Salas o Cangas de Narcea; además de parajes como el Parque Natural de Somiedo y comarcas casi vírgenes como Los Oscos.

In the Plaza Mayor we can admire the construction of the Town Hall (s. XIX), while in the one of Jovellanos we find the Museum of Gijón Birthplace of Jovellanos, politician and illustrated writer born in this city. This building, from the 16th century, contains memories and pictorial and sculptural works by various artists. Attached to this building is the chapel of the Remedios, where his tomb is located.

In the square of the Marquis, looking at the marina, stand the Palace of Revillagigedo and the Collegiate Church of San Juan Bautista, currently dedicated to exhibitions of modern art. Versed on contemporary painting and sculpture is the Barloja Museum, located on La Trinidad Street.

In the surroundings of the so-called Campo Valdés are located the Palace Valdés, construction of the sixteenth century that was in times Tobacco Factory, the church of San Pedro and the Roman baths. The Roman presence of the IV Macedonian Legion in the city is evident in this hypocaust, rooms where hot air was produced for the hot springs, dating from the first centuries of our era, and in the remains found of the ancient walls. All this with a view of the cove of Gijón and the extensive beach of San Lorenzo.

The modern city has a rationalist layout with abundant squares and green areas such as the Nautical Gardens, Begoña or Queen. It is worth visiting the shops of Carrer Corrida, the old cafés and cider bars of Paseo Begoña or walking down Calle Uría and Menéndez Valdés to the Teatro Jovellanos. At the other end of the beach of San Lorenzo flows the river Piles, delimiting with its bed the English Park and the Park of Isabel la Católica.

Cimadevilla

El casco viejo de Gijón está formado por el cerro de Santa Catalina y el barrio de origen pesquero de Cimadevilla. En este cerro se asentaron sus primeros pobladores y ha sido el lugar elegido para emplazar el “Elogio del Horizonte”, monumental obra del escultor vasco Eduardo Chillida. Desde este punto tenemos una de las mejores vistas del mar Cantábrico, la Costa Verde y Cimadevilla. En estas calles, entre la playa de San Lorenzo y el muelle deportivo, se dan cita restos romanos, casonas palaciegas y antiguas viviendas de pescadores.En la Plaza Mayor podemos admirar la construcción del Ayuntamiento (s. XIX), mientras que en la de Jovellanos encontramos el Museo de Gijón Casa Natal de Jovellanos, político y escritor ilustrado nacido en esta ciudad. Este edificio, del siglo XVI, contiene recuerdos y obras pictóricas y escultóricas de varios artistas. Anexa a este edificio está la capilla de los Remedios, donde se encuentra su sepulcro.En la plaza del Marqués, mirando al puerto deportivo, se alzan el Palacio de Revillagigedo y la Colegiata de San Juan Bautista, dedicadas en la actualidad a exposiciones de arte moderno. Versado sobre pintura y escultura contemporánea está el Museo Barloja, situado en la calle de La Trinidad.En el entorno del llamado Campo Valdés se sitúan el palacio Valdés, construcción del siglo XVI que fue en tiempos Fábrica de Tabacos, la iglesia de San Pedro y las termas romanas. La presencia romana de la IV Legión Macedónica en la ciudad se hace patente en este hipocausto, salas donde se producía aire caliente para las termas, datado en los primeros siglos de nuestra era, y en los restos encontrados de las antiguas murallas. Todo ello con vista a la ensenada de Gijón y a la extensa playa de San Lorenzo.La ciudad moderna nos depara una trazado racionalista de abundantes plazas y zonas verdes como los Jardines del Náutico, de Begoña o de la Reina. Merece la pena recorrer los comercios de la calle Corrida, los antiguos cafés y sidrerías del Paseo Begoña o internarnos por la calle Uría y Menéndez Valdés hasta llegar al Teatro Jovellanos.

Río Piles

En el otro extremo de la playa de San Lorenzo desemboca el río Piles, delimitando con su cauce el Parque Inglés y el Parque de Isabel la Católica. En este privilegiado entorno, ocupando un molino centenario, se encuentra el Parador de Turismo de Gijón. Rodeado de jardines y estanques, su restaurante nos ofrece la posibilidad de degustar la gastronomía gijonesa. Además de fabada, el plato estrella; caldereta de marisco, pote asturiano o merluza con cocochas son algunas de las sugerencias del chef. Y, para acompañar, algo de sidra (bebida alcohólica de baja graduación elaborada con zumo de manzana, que en Asturias se encuentra sin gasificar). El arroz con leche, los frixuelos (fina torta de tradición medieval rellena) y los casadielles (hojaldres típicos de Carnaval) nos indican la profunda tradición repostera de la región.Al otro lado del Piles se abre el recinto ferial, donde las visitas inexcusables son el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, el Museo del Hórreo (construcción asturiana para guardar grano) y el Museo Internacional de la Gaita, donde podemos conocer algo más de este típico instrumento asturiano.Más allá comienza el barrio residencial de Somió, una de las primeras “ciudad-jardín” que se construyeron en España. Una de estas casas rodeada de jardines da cobijo a la Fundación Evaristo Valle, dedicada al pintor y a su obra. Un poco más alejada del centro de ciudad se puede visitar la Universidad Laboral, complejo arquitectónico de granito y mármol, obra de Moya Blanco.Un interesante lugar para conocer la historia industrial asturiana, es el Museo del Ferrocarril, cerca del puerto deportivo, desde donde podemos acercarnos al parque arqueológico de la Campa de Torres. Aquí está el puerto industrial del Gijón, el Musel.La situación de Gijón, en plena Costa Verde y a medio camino entre el Occidente y el Oriente asturiano, es un punto de partida perfecto para recorrer tanto su litoral como el interior. La costa oriental nos invita a recorrer sus extensas playas de la mano de localidades históricas como Ribadesella y Llanes, y pueblos pesqueros como Lastres o Tazones. Todo ello acompañado de yacimientos prehistóricos como las cuevas de Tito Bustillo o muestras de arquitectura indiana (característica de los asturianos que volvieron enriquecidos tras hacer las Américas) como las que podemos observar en Colombres.Su interior nos muestra la otra vertiente de su riqueza natural, la montaña. El Parque Nacional de Picos de Europa se encuentra en este sector, donde lagos, bosques y picos (que superan los 2.000 metros de altura) sirven de marco a numerosas aldeas. Cangas de Onís, primera capital del Reino de Asturias, y el Parque Natural de Redes son algunos de los atractivos del Oriente.La capital de Asturias, Oviedo, nos marca el límite con la zona oeste. Esta ciudad nos ofrece un rico patrimonio monumental en el que destacan su Catedral, la Universidad y varias iglesias prerrománicas, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El litoral occidental nos conduce a tierra gallegas pasando por puertos pesqueros como Cudillero, localidades playeras como Luarca y asentamientos protohistóricos como los castros de Coaña. Su interior nos reserva villas monumentales como Pravia, Salas o Cangas de Narcea; además de parajes como el Parque Natural de Somiedo y comarcas casi vírgenes como Los Oscos.

 

On the other side of the Piles opens the fairgrounds, where the inexcusable visits are to the Ethnographic Museum of the People of Asturias, the Hórreo Museum (Asturian construction to save grain) and the International Museum of the Gaita, where we can learn more about this typical Asturian instrument.

Beyond that begins the residential neighborhood of Somió, one of the first “garden-city” to be built in Spain. One of these houses surrounded by gardens shelters the Evaristo Valle Foundation, dedicated to the painter and his work. A little further away from the city center you can visit the Labor University, architectural complex of granite and marble, work of Moya Blanco.

An interesting place to learn about the industrial history of Asturias, is the Railway Museum, near the marina from where we can approach the archaeological park of Campa de Torres. Here is the industrial port of Gijón, the Musel.

Cimadevilla

El casco viejo de Gijón está formado por el cerro de Santa Catalina y el barrio de origen pesquero de Cimadevilla. En este cerro se asentaron sus primeros pobladores y ha sido el lugar elegido para emplazar el “Elogio del Horizonte”, monumental obra del escultor vasco Eduardo Chillida. Desde este punto tenemos una de las mejores vistas del mar Cantábrico, la Costa Verde y Cimadevilla. En estas calles, entre la playa de San Lorenzo y el muelle deportivo, se dan cita restos romanos, casonas palaciegas y antiguas viviendas de pescadores.En la Plaza Mayor podemos admirar la construcción del Ayuntamiento (s. XIX), mientras que en la de Jovellanos encontramos el Museo de Gijón Casa Natal de Jovellanos, político y escritor ilustrado nacido en esta ciudad. Este edificio, del siglo XVI, contiene recuerdos y obras pictóricas y escultóricas de varios artistas. Anexa a este edificio está la capilla de los Remedios, donde se encuentra su sepulcro.En la plaza del Marqués, mirando al puerto deportivo, se alzan el Palacio de Revillagigedo y la Colegiata de San Juan Bautista, dedicadas en la actualidad a exposiciones de arte moderno. Versado sobre pintura y escultura contemporánea está el Museo Barloja, situado en la calle de La Trinidad.En el entorno del llamado Campo Valdés se sitúan el palacio Valdés, construcción del siglo XVI que fue en tiempos Fábrica de Tabacos, la iglesia de San Pedro y las termas romanas. La presencia romana de la IV Legión Macedónica en la ciudad se hace patente en este hipocausto, salas donde se producía aire caliente para las termas, datado en los primeros siglos de nuestra era, y en los restos encontrados de las antiguas murallas. Todo ello con vista a la ensenada de Gijón y a la extensa playa de San Lorenzo.La ciudad moderna nos depara una trazado racionalista de abundantes plazas y zonas verdes como los Jardines del Náutico, de Begoña o de la Reina. Merece la pena recorrer los comercios de la calle Corrida, los antiguos cafés y sidrerías del Paseo Begoña o internarnos por la calle Uría y Menéndez Valdés hasta llegar al Teatro Jovellanos.

Río Piles

En el otro extremo de la playa de San Lorenzo desemboca el río Piles, delimitando con su cauce el Parque Inglés y el Parque de Isabel la Católica. En este privilegiado entorno, ocupando un molino centenario, se encuentra el Parador de Turismo de Gijón. Rodeado de jardines y estanques, su restaurante nos ofrece la posibilidad de degustar la gastronomía gijonesa. Además de fabada, el plato estrella; caldereta de marisco, pote asturiano o merluza con cocochas son algunas de las sugerencias del chef. Y, para acompañar, algo de sidra (bebida alcohólica de baja graduación elaborada con zumo de manzana, que en Asturias se encuentra sin gasificar). El arroz con leche, los frixuelos (fina torta de tradición medieval rellena) y los casadielles (hojaldres típicos de Carnaval) nos indican la profunda tradición repostera de la región.Al otro lado del Piles se abre el recinto ferial, donde las visitas inexcusables son el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, el Museo del Hórreo (construcción asturiana para guardar grano) y el Museo Internacional de la Gaita, donde podemos conocer algo más de este típico instrumento asturiano.Más allá comienza el barrio residencial de Somió, una de las primeras “ciudad-jardín” que se construyeron en España. Una de estas casas rodeada de jardines da cobijo a la Fundación Evaristo Valle, dedicada al pintor y a su obra. Un poco más alejada del centro de ciudad se puede visitar la Universidad Laboral, complejo arquitectónico de granito y mármol, obra de Moya Blanco.Un interesante lugar para conocer la historia industrial asturiana, es el Museo del Ferrocarril, cerca del puerto deportivo, desde donde podemos acercarnos al parque arqueológico de la Campa de Torres. Aquí está el puerto industrial del Gijón, el Musel.La situación de Gijón, en plena Costa Verde y a medio camino entre el Occidente y el Oriente asturiano, es un punto de partida perfecto para recorrer tanto su litoral como el interior. La costa oriental nos invita a recorrer sus extensas playas de la mano de localidades históricas como Ribadesella y Llanes, y pueblos pesqueros como Lastres o Tazones. Todo ello acompañado de yacimientos prehistóricos como las cuevas de Tito Bustillo o muestras de arquitectura indiana (característica de los asturianos que volvieron enriquecidos tras hacer las Américas) como las que podemos observar en Colombres.Su interior nos muestra la otra vertiente de su riqueza natural, la montaña. El Parque Nacional de Picos de Europa se encuentra en este sector, donde lagos, bosques y picos (que superan los 2.000 metros de altura) sirven de marco a numerosas aldeas. Cangas de Onís, primera capital del Reino de Asturias, y el Parque Natural de Redes son algunos de los atractivos del Oriente.La capital de Asturias, Oviedo, nos marca el límite con la zona oeste. Esta ciudad nos ofrece un rico patrimonio monumental en el que destacan su Catedral, la Universidad y varias iglesias prerrománicas, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El litoral occidental nos conduce a tierra gallegas pasando por puertos pesqueros como Cudillero, localidades playeras como Luarca y asentamientos protohistóricos como los castros de Coaña. Su interior nos reserva villas monumentales como Pravia, Salas o Cangas de Narcea; además de parajes como el Parque Natural de Somiedo y comarcas casi vírgenes como Los Oscos.

The situation of Gijón, in the heart of the Costa Verde and halfway between the West and the Asturian East, is a perfect starting point to travel both its coastline and the interior. The eastern coast invites us to explore its extensive beaches with historic towns such as Ribadesella and Llanes, and fishing villages such as Lastres or Tazones. All this accompanied by prehistoric sites such as the caves of Tito Bustillo or samples of Indian architecture (characteristic of the Asturians who returned enriched after making the Americas) as we can see in Colombres.

Information provided by: www.spain.info
More turistic information: www.gijon.es

Cimadevilla

El casco viejo de Gijón está formado por el cerro de Santa Catalina y el barrio de origen pesquero de Cimadevilla. En este cerro se asentaron sus primeros pobladores y ha sido el lugar elegido para emplazar el “Elogio del Horizonte”, monumental obra del escultor vasco Eduardo Chillida. Desde este punto tenemos una de las mejores vistas del mar Cantábrico, la Costa Verde y Cimadevilla. En estas calles, entre la playa de San Lorenzo y el muelle deportivo, se dan cita restos romanos, casonas palaciegas y antiguas viviendas de pescadores.En la Plaza Mayor podemos admirar la construcción del Ayuntamiento (s. XIX), mientras que en la de Jovellanos encontramos el Museo de Gijón Casa Natal de Jovellanos, político y escritor ilustrado nacido en esta ciudad. Este edificio, del siglo XVI, contiene recuerdos y obras pictóricas y escultóricas de varios artistas. Anexa a este edificio está la capilla de los Remedios, donde se encuentra su sepulcro.En la plaza del Marqués, mirando al puerto deportivo, se alzan el Palacio de Revillagigedo y la Colegiata de San Juan Bautista, dedicadas en la actualidad a exposiciones de arte moderno. Versado sobre pintura y escultura contemporánea está el Museo Barloja, situado en la calle de La Trinidad.En el entorno del llamado Campo Valdés se sitúan el palacio Valdés, construcción del siglo XVI que fue en tiempos Fábrica de Tabacos, la iglesia de San Pedro y las termas romanas. La presencia romana de la IV Legión Macedónica en la ciudad se hace patente en este hipocausto, salas donde se producía aire caliente para las termas, datado en los primeros siglos de nuestra era, y en los restos encontrados de las antiguas murallas. Todo ello con vista a la ensenada de Gijón y a la extensa playa de San Lorenzo.La ciudad moderna nos depara una trazado racionalista de abundantes plazas y zonas verdes como los Jardines del Náutico, de Begoña o de la Reina. Merece la pena recorrer los comercios de la calle Corrida, los antiguos cafés y sidrerías del Paseo Begoña o internarnos por la calle Uría y Menéndez Valdés hasta llegar al Teatro Jovellanos.

Río Piles

En el otro extremo de la playa de San Lorenzo desemboca el río Piles, delimitando con su cauce el Parque Inglés y el Parque de Isabel la Católica. En este privilegiado entorno, ocupando un molino centenario, se encuentra el Parador de Turismo de Gijón. Rodeado de jardines y estanques, su restaurante nos ofrece la posibilidad de degustar la gastronomía gijonesa. Además de fabada, el plato estrella; caldereta de marisco, pote asturiano o merluza con cocochas son algunas de las sugerencias del chef. Y, para acompañar, algo de sidra (bebida alcohólica de baja graduación elaborada con zumo de manzana, que en Asturias se encuentra sin gasificar). El arroz con leche, los frixuelos (fina torta de tradición medieval rellena) y los casadielles (hojaldres típicos de Carnaval) nos indican la profunda tradición repostera de la región.Al otro lado del Piles se abre el recinto ferial, donde las visitas inexcusables son el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, el Museo del Hórreo (construcción asturiana para guardar grano) y el Museo Internacional de la Gaita, donde podemos conocer algo más de este típico instrumento asturiano.Más allá comienza el barrio residencial de Somió, una de las primeras “ciudad-jardín” que se construyeron en España. Una de estas casas rodeada de jardines da cobijo a la Fundación Evaristo Valle, dedicada al pintor y a su obra. Un poco más alejada del centro de ciudad se puede visitar la Universidad Laboral, complejo arquitectónico de granito y mármol, obra de Moya Blanco.Un interesante lugar para conocer la historia industrial asturiana, es el Museo del Ferrocarril, cerca del puerto deportivo, desde donde podemos acercarnos al parque arqueológico de la Campa de Torres. Aquí está el puerto industrial del Gijón, el Musel.La situación de Gijón, en plena Costa Verde y a medio camino entre el Occidente y el Oriente asturiano, es un punto de partida perfecto para recorrer tanto su litoral como el interior. La costa oriental nos invita a recorrer sus extensas playas de la mano de localidades históricas como Ribadesella y Llanes, y pueblos pesqueros como Lastres o Tazones. Todo ello acompañado de yacimientos prehistóricos como las cuevas de Tito Bustillo o muestras de arquitectura indiana (característica de los asturianos que volvieron enriquecidos tras hacer las Américas) como las que podemos observar en Colombres.Su interior nos muestra la otra vertiente de su riqueza natural, la montaña. El Parque Nacional de Picos de Europa se encuentra en este sector, donde lagos, bosques y picos (que superan los 2.000 metros de altura) sirven de marco a numerosas aldeas. Cangas de Onís, primera capital del Reino de Asturias, y el Parque Natural de Redes son algunos de los atractivos del Oriente.La capital de Asturias, Oviedo, nos marca el límite con la zona oeste. Esta ciudad nos ofrece un rico patrimonio monumental en el que destacan su Catedral, la Universidad y varias iglesias prerrománicas, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El litoral occidental nos conduce a tierra gallegas pasando por puertos pesqueros como Cudillero, localidades playeras como Luarca y asentamientos protohistóricos como los castros de Coaña. Su interior nos reserva villas monumentales como Pravia, Salas o Cangas de Narcea; además de parajes como el Parque Natural de Somiedo y comarcas casi vírgenes como Los Oscos.